Mallorca es uno de esos destinos que brillan con luz propia en cualquier época del año, pero es en verano cuando su esencia mediterránea se vive con mayor intensidad. Si estás planeando tus próximas vacaciones y te preguntas qué hacer en Mallorca en verano, has llegado al lugar indicado. Te contamos qué actividades y planes puedes hacer este verano en la isla. ¡Descúbrelos!
Mallorca en verano se transforma en un paraíso. El clima cálido, las aguas cristalinas del Mediterráneo, los festivales locales, las terrazas abiertas hasta la madrugada y los paisajes de postal, hacen de la isla un destino irresistible.
Además, es un lugar que combina naturaleza, cultura, gastronomía y bienestar como pocos. Puedes pasar una mañana navegando por calas escondidas, una tarde descubriendo galerías de arte en Palma y una noche cenando bajo las estrellas con productos típicos de la gastronomía mallorquina. ¿El resultado? Una experiencia difícil de olvidar.
Si te preguntas qué cosas hacer en Mallorca en verano, aquí te dejamos algunos imprescindibles que no pueden faltar en tu itinerario:
La capital de la isla es una joya que merece ser recorrida con calma. Pasea por su casco histórico, visita la majestuosa Catedral de La Seu, piérdete en el barrio de Santa Catalina y tómate un café frente al puerto. El arte, la arquitectura y el ambiente bohemio conviven en armonía en esta ciudad mediterránea llena de historia.
La cocina mallorquina es un verdadero placer para los sentidos. En verano, los productos frescos de temporada son protagonistas: higos, almendras, tomates, pescados locales y aceite de oliva virgen extra. Prueba una ensaimada recién horneada por la mañana, disfruta de un pa amb oli al mediodía déjate sorprender por una cena de autor con ingredientes autóctonos.
Muchos restaurantes, tanto tradicionales como contemporáneos, están entre los mejores del Mediterráneo. Te animamos a descubrir nuestro restaurante gastronómico en Mallorca.
Las playas de Mallorca son, sin duda, uno de sus grandes atractivos. Desde calas escondidas de aguas turquesas hasta playas amplias con todos los servicios, hay opciones para todos los gustos. Algunas imprescindibles son Cala Varques, Es Trenc, Cala Deià o Playa de Muro. En verano, el mar te invita a nadar, hacer snorkel, paddle surf o simplemente descansar sobre la arena.
Mallorca también es cultura. En Palma encontrarás el Museo Es Baluard, con una excelente colección de arte moderno y contemporáneo, o la Fundación Pilar i Joan Miró, donde se conservan obras del artista catalán realizadas en la isla.
También puedes explorar pequeños museos etnológicos en pueblos del interior que cuentan la historia rural de la isla, ideales para una escapada distinta.
Después de un día de playa o de visitas culturales, no hay nada como regresar a un hotel con encanto en Mallorca, que se sienta casi como tu casa.
Y si hablamos de experiencias exclusivas, el hotel Son Xotano es una auténtica joya.
Para vivir Mallorca en verano con elegancia y privacidad, te recomendamos Son XOTANO, el hotel boutique de ANNUA.
Ubicado en el corazón de la isla, este alojamiento te ofrece una experiencia única de desconexión y lujo. Rodeado de naturaleza, combina arquitectura tradicional mallorquina con un diseño sofisticado, ideal para quienes buscan serenidad sin renunciar a la exclusividad.
Cuenta con piscina, spa, restaurante con productos locales de temporada y un trato personalizado que transforma la estancia en una experiencia inolvidable. Desde aquí, podrás moverte cómodamente por toda la isla, desde Palma hasta las calas del sur o los viñedos del centro.
A continuación, te damos respuesta a algunas de las preguntas más frecuentes sobre Mallorca en verano:
El verano en Mallorca comienza oficialmente el 21 de junio, aunque ya desde mayo se puede disfrutar de temperaturas cálidas. Los meses más cálidos son julio y agosto, con temperaturas medias entre los 28 y 32ºC.
Mallorca es uno de los destinos más visitados del Mediterráneo. En los meses de verano, la isla puede recibir más de 3 millones de visitantes, por lo que es recomendable reservar alojamiento y actividades con antelación, especialmente si buscas lugares exclusivos o con encanto.
En cinco días puedes hacer una ruta equilibrada entre cultura, naturaleza y relax:
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