Menorca es sinónimo de playas paradisíacas, aguas cristalinas y paisajes naturales inigualables. Sus calas, escondidas entre acantilados y rodeadas de vegetación mediterránea, son el gran tesoro de la isla. Tanto en el sur, con sus calas de arena blanca y aguas turquesas, como en el norte, con sus paisajes más salvajes y rojizos, Menorca ofrece rincones de ensueño para todos los gustos. Si estás planeando tu viaje, Menorca es un paraíso natural que cuenta con infinidad de calas espectaculares a lo largo de su territorio. ¿Quieres descubrir cuáles son las mejores calas de Menorca? ¡Sigue leyendo!
Elegir las calas más bonitas de Menorca no es tarea fácil, ya que la isla cuenta con más de 100 calas y playas, cada una con su propio encanto. Sin embargo, hay algunas que destacan por su belleza, su entorno natural y su agua cristalina.
En general, las calas del sur de Menorca son las más populares por sus aguas turquesas y su arena blanca y fina, mientras que las del norte son más salvajes, con tonos rojizos y un ambiente más tranquilo.
A continuación, te mostramos una selección de las mejores calas de Menorca, tanto del sur como del norte, para que elijas las que mejor se adapten a tu estilo de viaje.
El sur de Menorca es conocido por sus calas de arena blanca y aguas de un azul intenso. Son las más visitadas de la isla, por lo que es recomendable madrugar si quieres disfrutarlas en su máximo esplendor.
Cala Turqueta es una de las más famosas de Menorca, y no es para menos. Su arena blanca y sus aguas cristalinas de un azul turquesa impresionante la convierten en una de las calas más fotografiadas de la isla.
Se encuentra a unos 10 km de Ciutadella y se accede a pie tras una caminata de unos 10-15 minutos desde el parking. No tiene servicios, por lo que es recomendable llevar agua y algo de comida.
Es una de las calas más accesibles del sur de Menorca y, por ello, una de las más concurridas en verano. Se encuentra cerca de Cala Galdana y es perfecta para quienes buscan aguas cristalinas y un entorno rodeado de naturaleza.
El acceso es fácil y cuenta con un aparcamiento cercano. Desde aquí puedes caminar hasta Cala Mitjaneta, una pequeña cala aún más escondida y por lo tanto menos concurrida.
Si prefieres una cala con más comodidades y servicios, Cala Galdana es la mejor opción. Es una de las más grandes del sur de Menorca y cuenta con hoteles, restaurantes y alquiler de hamacas y kayaks.
Ideal para familias y para quienes buscan una cala con fácil acceso. Desde aquí se puede caminar hasta otras calas más vírgenes como Cala Macarella y Cala Macarelleta.
Las calas del norte de Menorca ofrecen paisajes más salvajes y menos masificados. Sus tonos rojizos, su arena más gruesa y su entorno virgen las convierten en una alternativa perfecta para quienes buscan tranquilidad y belleza natural.
Una de las más impresionantes del norte. Cala Pregonda destaca por su arena dorada y sus aguas de color azul intenso, rodeadas de rocas rojizas que le dan un aspecto casi marciano.
No tiene servicios, por lo que es ideal para quienes buscan un entorno más virgen. El acceso requiere una caminata de unos 30 minutos desde el parking.
Cala Morell es una de las calas más diferentes de la isla, con un paisaje rocoso y aguas cristalinas perfectas para hacer snorkel. Su entorno es único, con acantilados que forman una especie de piscina natural.
Cerca de la cala se encuentran las Necrópolis de Cala Morell, un conjunto de cuevas prehistóricas excavadas en la roca.
Si buscas una cala realmente salvaje, Cala Pilar es la elección perfecta. Su arena rojiza y su entorno completamente virgen la convierten en una de las más espectaculares del norte.
Para llegar hay que caminar unos 45 minutos, por lo que es recomendable llevar buen calzado y agua. Es una cala ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza en estado puro.
Las calas de Menorca son uno de los principales atractivos de la isla y una razón de peso para visitarla. Lo que hace especial a estas calas es su increíble diversidad: desde playas con servicios hasta rincones vírgenes y escondidos.
Visitar las calas de Menorca es sumergirse en un entorno natural incomparable. La belleza de sus playas, la transparencia de sus aguas y la tranquilidad que se respira hacen que cada cala sea una experiencia única. Además, muchas de estas calas están rodeadas de paisajes naturales que te permiten disfrutar de actividades como el senderismo, el snorkel o simplemente relajarte en un entorno paradisíaco.
Las calas de Menorca también son conocidas por ser más accesibles y menos concurridas que las otras islas, lo que las convierte en el lugar ideal para quienes buscan una experiencia más exclusiva y tranquila.
El verano es la temporada alta en Menorca, por lo que es importante tener en cuenta algunos consejos para disfrutar de las calas al máximo:
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