En la costa suroeste de Lanzarote, donde la tierra se funde con el mar en un diálogo de lava y espuma, emergen Los Hervideros. No son solo acantilados, ni solo un paisaje más en la ruta: son una coreografía salvaje entre la roca volcánica y el océano. Aquí, la naturaleza no se contempla. Se siente.Te contamos cómo llegar, cuál es el mejor momento para visitarlos y por qué este rincón indómito merece un lugar en tu viaje.
Imagina el océano chocando con furia contra formaciones de roca negra, colándose por grietas y túneles, lanzando chorros de agua que estallan como géiseres. De ahí su nombre: Los Hervideros. No porque el agua esté caliente, sino porque la espuma que brota entre las piedras parece estar en ebullición.
Este fenómeno surgió tras las erupciones del Timanfaya, en el siglo XVIII. La lava, al encontrarse con el mar, creó formas insólitas: cuevas, respiraderos y acantilados escarpados que hoy puedes recorrer por senderos excavados directamente en la piedra. El contraste entre el negro volcánico y el azul profundo del Atlántico es hipnótico. Y cuando el mar ruge, el espectáculo es total.
La experiencia es breve, pero intensa. No necesitas más de media hora para recorrerlo… aunque podrías quedarte toda una tarde mirando el vaivén del mar.
Los Hervideros se encuentran en el municipio de Yaiza, entre El Golfo y Las Salinas de Janubio.
El acceso es sencillo, con aparcamiento gratuito en la entrada. No hay transporte público directo, por lo que lo ideal es alquilar un coche o ir en vehículo propio.
Al ser un espacio natural al aire libre, no tiene horario cerrado. Puedes visitarlo en cualquier momento, pero si quieres disfrutarlo sin aglomeraciones y con la mejor luz:
Nada. La entrada es totalmente gratuita, sin necesidad de reserva ni ticket. Una rareza hoy en día y uno de los motivos por los que Los Hervideros conservan su autenticidad intacta.
Entre semana, fuera de festivos. A primera hora o justo antes del atardecer. El lugar gana en intimidad cuando se visita con calma.
Sí, aunque se recomienda no descuidar la vigilancia. Algunos tramos no tienen barandilla, pero los senderos están claramente marcados.
Solo si sales de los caminos señalizados. Si te mantienes dentro de las rutas, es seguro y accesible.
Explorar un lugar como Lanzarote merece más que un alojamiento: requiere un refugio que dialogue con el entorno.
En César Lanzarote, el hotel boutique en Lanzarote de ANNUA, el paisaje entra por las ventanas y el silencio se convierte en lujo.
A solo unos minutos de Los Hervideros, este espacio está diseñado para quienes buscan profundidad, estética y conexión real con la isla.
Gastronomía local reinterpretada, bienestar sin artificios y una arquitectura que respeta lo esencial: eso es César.
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